Megalosáuridos
La familia de los Megalosáuridos perteneció a la superfamília de los Carnosaurios, que se incluía a su vez en el infraorden de los Terópodos, en el suborden de los Sauristiquios y en el orden Dinosaurio.
Entre los dinosaurios Carnosaurios que se conocen, los pertenecientes a la familia de los Megalosáuridos, también conocidos como "grades lagartos", son los más antiguos. Los Megalosáuridos aparecieron hace aproximadamente 140 millones de años y se desarrollaron desde principios del Jurásico hasta fines del Cretácico, en los territorios de América del norte, África y Europa.
Los Megalosáuridos eran animales voluminosos y de grandes huesos, tenían una enorme cabeza alta y estrecha, la cual poseía poderosas mandíbulas provistas de numerosos dientes de bordes aserrados. Sus patas traseras eran largas y lo bastante robustas como para poder sostener un enorme peso sobre los tres dedos en posición radiada, los cuales terminaban en poderosas garras.
No eran dinosaurios que pudieran alcanzar grandes tamaños: el Teratosaurus es el dinosaurio perteneciente a esta familia que está mejor estudiado y también el más antiguo, y a pesar de su longitud de 6 metros, era un dinosaurio muy pesado, podía llegar a la tonelada y media de peso. La gran mayoría de los dinosaurios Megalosáuridos eran bípedos, debido a sus robustas patas diseñadas para sostener un enorme peso, pero en el caso del Teratosaurus y posiblemente otras especies, debido a su largas patas delanteras, éstos podían haberse desplazado habitualmente a cuatro patas.