Triásico

El periodo Triásico es el primero de los tres periodo geológicos de los que se compone la Era Mesozoica, y se extiende desde hace aproximadamente 251 millones de años, hasta hace 199 millones de años. Tanto el principio como el final del periodo Triásico están marcados por importantes eventos de extinción: la extinción masiva del Pérmico-Triásico y la del Triásico-Jurásico, en la cual, desaparecen el 20% de los animales marinos, la mayoría de los génneros de reptiles mamiferoides y los grandes anfibios, mientras tanto, los dinosaurios se vieron beneficiados de esta extinción y siguieron con su expansión del dominio sobre la Tierra. Dentro del periodo Triásico también podemos distinguir distintas subdivisiones:

 

Época Edad Duración (Millones de años)
 Triásico Superior  Raetiano   Desde hace 203,6 M.a hasta hace 199,6 M.a
 Noriano  Desde hace 216,5 M.a hasta hace 203,6 M.a
 Carniano  Desde hace 228 M.a hasta hace 216,5 M.a
 Triásico Medio  Ladiniano  Desde hace 237 M.a hasta hace 228 M.a
 Anisiano  Desde hace 245 M.a hasta hace 237 M.a
 Triásico Inferior  Olenekiano  Desde hace 249,7 M.a hasta hace 245 M.a
 Induano  Desde hace 251 M.a hasta hace 249,7 M.a

 

Durante el Triásico, casi todas las tierras emergidas de la Tierra se concentraban en un supercontinente llamado Pangea, el cual se encontraba de forma más o menos centrada en el ecuador. Fue durante el Triásico superior cuando el supercontinente Pangea comienza a separarse y empieza a mostrar los primeros signos de su fraccionamiento.

 

 

El clima del Triásico fue generalmente caluroso y seco, lo que dio lugar a la formación de grandes desiertos. Debido al gran tamaño del supercontinente Pangea, las zonas del interior del continente estaban demasiado alejadas de la costa como para que el océano pudiera actuar como regulador de las temperaturas, lo que hizo que el clima continental fuera altamente estacional, con veranos muy calurosos e inviernos muy fríos. Es muy probable que en la zona ecuatorial los monzones fueran frecuentes y abundantes, y en los polos, sin embargo, es probable que el clima fuese húmedo y templado.

 

Las plantas del Triásico no mostraron muchos cambios desde el Paleozoico, ya que las condiciones ambientales eran prácticamente las mismas, pero sin embargo, hubo algunas diferencias entre cada una de las zonas en las que Pangea se iría fragmentando progresivamente: las plantas que florecieron en la zona que daría lugar a Laurasia, estaban adaptadas a un clima seco y cálido, y las plantas que florecieron en la zona de Gondwana, estaban adaptadas a un clima mucho más húmedo.

 

Los dinosaurios dominaron la superficie terrestre durante este periodo debido principalmente a la repentina desaparición de la mayoría de los géneros de reptiles mamiferoides. Sin embargo, quedaron algunos de éstos géneros de reptiles mamiferoides, que a lo largo del Triásico volvieron a diversificarse, jugando así un importante papel en la aparición de los mamíferos verdaderos, los cuales evolucionaron a partir de éstos reptiles mamiferoides a finales del Triásico.

 

El medio aéreo del Triásico estaba dominado por varios pequeños reptiles con alas que hacían breves vuelos de árbol en árbol. Las alas de estos pequeños reptiles alados carcían de plumas sino que estaban formados por un tejido membranoso que fue desarrollándose hasta la aparición a finales del Triásico de los Pterosaurios, un gran grupo de reptiles voladores que ya eran capaces de realizar vuelos de cierta duración.

 

En el medio acuático, destacaban los moluscos, que experimentaron una recuperación espectacular después de su casi total aniquilación en el Pérmico, y entre ellos destacaron los ammonoideos. Otros grupos de organismos marinos fueron menos eficaces a la hora de diversificarse, pero a finales del Triásico empiezan a aparecer algunos grupos de reptiles acuáticos, entre los que destacan los Notosaurios, los Placodontes y los Ictiosaurios.

 

 

 

 

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