Cretácico
El período Cretácico es el tercer, último y también el más extenso de los tres periodo geológicos de los que se compone la Era Mesozoica, y se extiende desde hace aproximadamente 145 millones de años, hasta hace 65 millones de años. Este periodo se caracteriza porque los dinosaurios alcanzaron su máximo esplendor, y también porque, a finales de éste tuvo lugar la extinción en masa de todos los dinosaurios, así como de otros grupos de organismos. Esta gran extinción en masa marcó el final del período Cretácico, así como de la era Mesozoica. Dentro del período Cretácico también podemos distinguir distintas subdivisiones:
Época | Edad | Duración (Millones de años) |
Cretácico Superior | Maastrichtiano | Desde hace 70,6 M.a hasta hace 65,5 M.a |
Campaniano | Desde hace 83,5 M.a hasta hace 70,6 M.a | |
Santoniano | Desde hace 85,8 M.a hasta hace 83,5 M.a | |
Coniaciano | Desde hace 89,3 M.a hasta hace 85,8 M.a | |
Turoniano | Desde hace 93,5 M.a hasta hace 89,3 M.a | |
Cenomaniano | Desde hace 99,6 M.a hasta hace 93,5 M.a | |
Cretácico Inferior | Albaniano | Desde hace 112 M.a hasta hace 99,6 M.a |
Aptiano | Desde hace 125 M.a hasta hace 112 M.a | |
Barremiano | Desde hace 130 M.a hasta hace 125 M.a | |
Hauteriviano | Desde hace 136,4 M.a hasta hace 130 M.a | |
Valanginiano | Desde hace 140,2 M.a hasta hace 136,4 M.a | |
Berriasiano | Desde hace 145,4 M.a hasta hace 140,2 M.a |
A principios del Cretácico, el supercontinente Pangea se había separado en otros dos grandes continentes: Laurasia y Gondwana. Durante todo el período Cretácico se fueron produciendo progresivamente una gran cantidad de profundos cambios en la corteza terrestre, que darían lugar a la formación de una disposición continental parecida a la que existe hoy en día. La progresiva separación de los continentes fue acompañada por la formación de amplias plataformas y arrecifes, debido en gran parte, al sistema de fallas del Jurásico temprano, que fue también la responsable de la separación de los continentes Europeo y Africano, y de una intensa actividad volcánica. Por otro lado, las orogenias que habían comenzado durante el Jurásico, prosiguieron, dando lugar a muchas de las cadenas montañosas que conocemos hoy en día.
El resultado de todos éstos fenómenos tectónicos fue la división de la corteza terrestre en doce o más grandes masas de tierra aisladas, lo cual produjo un aislamiento reproductivo entre las distintas especies, originando una mayor biodiversidad, así como las primeras especies endémicas. El periodo cretácico también se caracteriza por los continuos cambios en el nivel del mar, llegando a subir hasta niveles que nunca antes se habían registrado.
A pesar de que durante el Triásico y el Jurásico las temperaturas eran altas, éstas siguieron ascendiendo hasta el punto de que la media terrestre fuese 5ºC mayor a la actual, y la media oceánica, de 9ºC a 12ºC mayor en la superficie, y de casi 20ºC en las profundidades. Éstos grandes cambios en las temperaturas de hace aproximadamente 100 millones de años, se debieron, probablemente a que la tierra atravesó un período de cambio climático, ocasionado en gran medida por las emisiones de grandes cantidades de CO2 a la atmósfera por una intensa actividad volcánica.
El paisaje del Cretácico seguía estando compuesto en gran medida por los bosques de coníferas, las cícadas y los ginkgos, una variedad de árbol prehistórico que todavía podemos encontrar en nuestros días. Sin embargo, durante el Cretácico superior hicieron aparición unas 50 familias de árboles modernos, entre ellos el haya, la higuera, el abedul y el roble. Pero ningún cambio afecto de forma más profunda al paisaje como la aparición de las angiospermas, es decir, las plantas con flor que encierran sus semillas dentro de un ovario, que en su madurez dará lugar a un fruto.
En la vida terrestre seguían siendo los dinosaurios quienes tenían el control, y no solo poseían el control sino que éste fue el periodo en el que mayor auge y desarrollo alcanzaron, mientras tanto, los mamíferos constituían un pequeño y escaso grupo de individuos que no alcanzaban estaturas mayores al medio metro y que se encontraban al margen. Para los dinosaurios, por el contrario, y en especial para los Ornitópodos y los Terópodos, fue una época de prosperidad y desarrollo. Entre los dinosaurios más frecuentes y que alcanzaron un mayor índice de desarrollo durante esta época destacan: los colosales herbívoros Saurópodos, como el Diplodocus; los Hadrosaurios, que solían encontrarse en zonas húmedas y pantanosas; los Ceratópsidos, donde se encuentra el famoso Triceratops; y por supuesto, los temibles Carnosaurios, entre los que destacaba el feroz Tyrannosaurus Rex, uno de los mayores depredadores que ha existido.
Los cielos del Cretácico estuvieron dominados por los grandes reptiles voladores Pterosaurios, donde destaca especialmente el Pteranodon, un enorme reptil que podían llegar a medir hasta 10 metros de envergadura. Durante este periodo empezaron a aparecer algunas aves, pero no eran muy comunes y tampoco alcanzaron un gran índice de desarrollo.
En los oceanos, destaca el gran desarrollo que experimentaron algunos moluscos y otras clase de peces. Durante este período aparecerían los cefalópodos, entre los que destaca el Tusoteuthis o calamar gigante, y también proliferaron los ammonites y algunos géneros nuevos de grandes tiburones que podían llegar a los 30 metros de longitud. En cuanto a los reptiles acuáticos, desaparecieron los Ictiosaurios y dieron lugar a la aparición de una nueva generación de estos tipos de reptiles, entre los que destacan algunas especies el Plesiosaurios, unos enormes reptiles marinos con cuello largo y que podían llegar a medir 15 metros de largo.
El final del Cretácico viene acompañado con la extinción masiva de los Pterosaurios, los reptiles nadadores y de los Dinosaurios, hace aproximadamente 65 millones de años. Una de las teorías más aceptadas sobre la causa de esta gran extinción en masa, afirma que un enorme asteroide impactó en la tierra, concretamente en la península del Yucatán, levantando una nube de polvo y otros residuos que se esparcieron por toda la atmósfera, provocando que la tierra entrara en un periodo de cambio climático duante el cual, las temperaturas cambiaron de forma brusca, alterando la dinámica del planeta e imposibilitando la adaptabilidad de algunos animales como los dinosaurios a las nuevas condiciones.