Ataque
El Mesozoico fue en muchos aspectos, un periodo de tiempo duro para la supervivencia de los Dinosaurios y otros organismos terrestres: fue un periodo de cambios bruscos e inestabilidad. Pero a pesar de todas las dificultades del medio, el objetivo de todo dinosaurio estaba claro: sobrevivir, y para ello, era preciso buscar alimento. Los Dinosaurios herbívoros se alimentaban de plantas, por lo que para ellos, mientras que hubiera vegetación, su supervivencia estaba asegurada, sin embargo, los Dinosaurios carnívoros debían cazar para obtener el alimento, y para ello, desarrollaron algunas de las más asombrosas técnicas que podamos imaginar.
Los dinosaurios atacaban de distintas maneras según su tamaño. Los cazadores pequeños confiaban en la velocidad y en sus afilados dientes para atrapar y matar a su presa. Los carnívoros mayores utilizaban la fuerza bruta y garras afiladas. Algunos, incluso, acosaban a sus víctimas en manadas. Entre estos Dinosaurios cazadores, los herrerasaurios fueron unos de los primeros cazadores capaces de perseguir y matar a una presa.
Los pequeños cazadores dependían de la velocidad para matar a una presa, y algunos de los más veloces podían perseguir a su presa a la asombrosa velocidad de 80 kilómetros por hora.
Algunos grandes cazadores como el Tyrannosaurus rex, utilizaban sus habilidades como rastreadores, se acercaban a su presa sin ser descubiertos y se lanzaban sobre ella a la carrera, desde poca distancia. Estos poderosos carnívoros embestían a su víctima con sus temibles fauces abiertas de par en par.
Uno de los cazadores más eficaces era el Deinonychus y muchos otros Dromeosáuridos. Combinaban la velocidad y la agilidad con unas armas imponentes. La más letal era la garra del segundo dedo de las patas traseras, que actuaba como cuchillo en forma de media luna. Sujetaban a su víctima con las musculosas patas delanteras y la destripaban con una sola coz. Cuando atacaba, podían girar esta garra asesina 180º hasta encontrar el mejor ángulo de corte. Tal vez cazaran en manadas. Actuando de forma coordinada, podrían derribar a un dinosaurio mucho mayor.